*Retraso de vuelos en el aeropuerto de Brasil salva la vida de varios pasajeros.
Stephanie Rojas Fallas
alritmocandente@gmail.com
Al marcar el reloj las 4:20 minutos de la tarde se siente el aire frio de una tarde oscura y con las primeras gotas de lluvia que caen sin cesar. El trafico de gente pasa entre pasillo y pasillo rápidamente con sus maletas y boletos para alcanzar la embarcación a su destino.
En una de las salas de abordaje se produce uno de esos habituales enfrentamientos entre pasajeros y empleados de la compañía aérea Air France.
Entre tanto ruido por las murmuraciones de la gente en las salas, la lluvia y el sonido de los motores de las aeronaves solo se puede visualizar un hombre en la recepcion conversando con un encargado de la compañia que al parecer por los gestos en su rostro se denota disgustado.
Gustavo tenía un asiento confirmado en el vuelo de Air France Río-París que iba a despegar a las 4.20pm desde la ciudad brasileña.
Pero cuando fue a facturar su equipaje le informaron que su boleto estaba reservado en el otro vuelo que la compañía francesa tenía previsto para las 7pm.
El brasileño de 39 años no aceptó el cambio de horarios e insistió en embarcar en la aeronave para la que había comprado su billete. Tras una tensa discusión con el personal de tierra, Gustavo acabó embarcando en el vuelo que despegó dos horas y cuarenta minutos antes que separan el alivio de la tragedia.
Una discusión que probablemente llevara grabada en sus memorias el resto de su vida.
Con un suspiro en lo mas profundo de sus entrañas y con una voz entrecortada que sale de sus labios la frase “Me siento al borde del abismo, negarme a postergar mi vuelo me salvo la vida".
Un hecho que marco la diferencia de otros 228 pasajeros que no tuvieron la misma suerte.
Al ser las 7 de la noche del domigo 31 de mayo el vuelo AF 447 despega de Rio de Janeiro rumbo a Paris a a bordo con 216 pasajeros, incluyendo siete niños, un bebé, y 12 miembros de la tripulación.
Tres horas y media mas tarde el piloto a cargo del Airbus 330-200 se comunica para informar que entrarian en el espacio de Senegal,y que habia mucha turbulencia.
Sobrevolando en el Corazon del Atlantico , por el archipiélago de Fernando de Noroña zona situada a unos 1.100 kilómetros de la costa de Brasil, donde la profundidad de las aguas oscila entre los 1.600 y los 4.000 metros, el avion empezo a emitir señales automaticas que informaban averias , a las 2:14 minutos de la madrugada del dia lunes 1 de junio el avion desaparecio de los radares brasileños.
Su aterrizace estaba programado a las 11:10 minutos (hora francesa)de la mañana de ese lunes, pero al pasar las horas ese avion con destino Brasil –Francia nunca llego.
El presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, que visitó ayer miercoles 3 de junio en tarde el aeropuerto Charles de Gaulle,expreso : "No hay ningún elemento preciso que nos indique por ahora qué es lo que ha pasado pero el Air –France desaparecio en el Atlantico y la esperanza de hallar supervivientes del avión son prácticamente nulas”.
Inmediatamente padres, novios , hermanos y amigos de los ocupantes del avión llegaban velozmente a los aeropuertos de Brasil Y Francia, en un ambiente replete de policías. Personas tristes que avanzaban silenciosas, abrazadas unas a otras y que duró todo el día. La desnuda desgracia de esas personas entrando a toda prisa sin hablar con nadie para saber más de sus familiares contrastaba con el resto del interminable aeropuerto parisino, que funcionaba atareadamente, casi como cualquier otro día.
Después, dentro de la sala, un pelotón de psicólogos y médicos les ayudaban, en la más protegida intimidad, a soportar las peores horas de su vida y la falta de buenas noticias.
Los responsables de Air France aseguraron en horas de la noche ese 3 de Junio que la causa más posible del accidente es un rayo que, al alcanzar el avión, desencadenó un fallo en serie de todo el sistema eléctrico.
Añadiendo que el aparato accidentado había pasado su última revisión el 16 de abril, que se encontraba en perfecto estado y que el comandante era un piloto experimentado con más de 11.000 horas de vuelo,pero que entró en una zona tormentosa caracterizada por fuertes turbulencias que desencadenaron las averías", explicaba, sin añadir mucho más, un portavoz de Air France por la mañana del 4 de junio.
Este accidente es la mayor catástrofe aérea sufrida jamás por la compañía francesa.
El aparato, que entró en servicio en abril de 2005, se encontraba preparado para soportar las tormentas tropicales que se producen generalmente en esa zona y que, seguramente, se había producido "un cúmulo de circunstancias".
La Fuerza Aérea brasileña inició por la mañana la búsqueda con un espectacular despliegue de aeronaves -siete aviones y helicópteros, y tres barcos- que tienen como base de operaciones la isla de Fernando de Noronha, un pequeño paraíso turístico frente a las costas del Estado de Pernambuco. Francia, que pidió colaboración al Pentágono para que les ayudara con información procedente de sus satélites, y España mandaron dos aviones que tienen base en Senegal a la zona.
Los militares brasileños han conducido los esfuerzos de búsqueda de cadáveres y restos, mientras que los franceses están a cargo de la investigación del accidente y la búsqueda de los grabadores de vuelo conocidos como cajas negras.
Han trancurrido 25 dias desde la catastrofe de y han rescatado
los restos de 50 de las 228 víctimas del accidente del 31 de mayo.
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